jueves, 18 de abril de 2019

TERCERA PALABRA MUJER HE AHÍ TU HIJO Juan 19:26-27





Es el Señor que muere atormentado,

Por causa de un mundo sin amor,

Su cuerpo santo, vedlo ensangrentado;

Así convenía, bendito Salvador.



El Señor convivió con los mortales,

Y sufrió las mismas privaciones

Pues El conoce todos nuestros males;

Pues El conoce las negras tentaciones



Amó a las gentes con amor profundo,

Y a ellos esparció bendición a manos llenas,

Dio vista al ciego, sanó al moribundo;

Rompiendo del pecado las cadenas.



Cada paso que dio en esta senda

Sangró sus bellos pies con los abrojos,

Y llevó en la cruz toda una afrenta;

Sin verter una lágrima en sus ojos.



Señor, te adoro por tu amor mostrado,

Te adoro porque así te lo mereces,

Apuraste la amarga copa del pecado;

Del oprobio llena hasta las heces.



Tu gran amor no olvidó a las criaturas,

Que quedaron en este malo suelo,

Hiciste un encargo lleno de venturas;

Que reflejaba la bondad del cielo.

Oyó la multitud encargo tan amable

Que alguien acató con fiel prodigio,

A él: “Hijo he ahí tu madre”

A ella: “Madre he ahí tu hijo”

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