jueves, 18 de abril de 2019

CUARTA PALABRA DIOS MIO, ¿PORQUE ME HAS DESAMPARADO? Marcos 15:34






Todo era odio y egoísmo fuerte

Nada a su favor se presentaba,

La muerte se acercaba lentamente;

Y más martirio al Salvador le daba.



Pobre Señor en todo escarnecido,

Solo en la cruz pagando nuestra cuenta,

Pero el pobre mortal no ha comprendido;

Cuánto pesa la cruz sobre la cuesta.



Esa cruz sagrada del calvario

Donde no esquivo dolor ni sufrimiento,

Se enfrentó valiente al adversario;

Sin excusas, sin más remordimiento.



¿Dónde está la grande multitud

Que se agolpaba para oírle predicar?

Tan solo El aparece allá en la cumbre;

Y el mismo Dios se le negó a mirar.



Solitario cual invicto caudillo,

No se arredró ante el gentío indiferente,

No le espantaron los golpes del martillo;

Ni le agobiaron las espinas en su frente.



En aquella condición horripilante

Y ante tanto dolor anonadado,

Clama el Señor tierno y amante:

“Padre mío, ¿porque me has desamparado?”












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