Existe en la tierra un ser especial
enviada del cielo por un ideal,
con fe de acero y forjada en cristal;
criatura del cielo, mujer sin igual.
Ella fue llamada para ayudar
para sostener, para consolar
y al alma herida infundirle la paz
ella es la pastora Ofelia Alcaraz
Su grande llamado y amor impulsó
y más de una vez, al siervo animó,
sus sabios consejos también prodigó;
y al desamparado ayuda brindó.
De su ardua labor nunca se quejó
y las horas tristes, nunca reprochó
en necesidad, siempre gracias dió;
mirando al cielo, en Dios esperó.
Y si alguna labor alcanza renombre
razón encontramos de tal proceder:
y es que siempre detrás de un gran hombre
tiene que existir una gran mujer.
Con mucho cariño y aprecio dedico este poema para quien lo escribiera en 8/28/05
Hna. Ofelia Alcaraz Jauregui.
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