Miradme:
Sola, triste y hambrienta
cansada de vagar, sedienta
he comido y he bebido
mas satisfacerme no he podido.
Amargo pan, engañoso y seductor
a la vista bueno y tentador
cual el fruto prohibido
hasta hoy había comido.
Hoy tu me llamas y me ofreces
Pan de vida, Pan de Reyes,
dame, Señor, quiero gustar;
quiero, Señor, mi hambre saciar.
"Soy el Pan de vida" dijistes,
y tu cuerpo por mí ofrecistes
el precio de mi beneficio;
fue tu grande sacrificio.
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