Dame fuerzas Señor en mi debilidad,
comprendo que soy un vaso de barro
pequeño, carente y lleno de fragilidad;
necesitado de tu gracia y tu bondad.
Dame fuerzas Señor que estoy cansado
cuando mis fuerzas merman a tí me aferro
a tu gracia que jamás me ha abandonado
has sido fiel a pesar de todos mis yerros.
Fortaléceme, oh Dios, Dios de mis desvelos
por las madrugadas yo busco tus consuelos
sabedor que solamente en tus renuevos
saciaré por fin todos mis anhelos...
No existen en mi fuerzas, de tí independientes
aunque los hombres se autoproclamen fuertes
yo en cambio estoy de tí necesitado...
pues no tengo vida si tu no estás a mi lado.
Que tu poder se perfeccione en mi debilidad
que sea suficiente tu gracia y tu verdad
que no me falten en mi peregrinar
porque yo vivo oh Dios por tu bondad.
