Cuando vagaba yo en tristeza y agonía
cuando mi esperanza perecía consumida
cuando mi alma sollozaba y gemía
Llegó Jesus y con él llegó la vida.
Llegó el Señor y se fué la apatía
mi amargura El tornó en alegría,
mi oscuridad se cambió a mediodía
y mi llanto transformó en algarabía.
Oh, Gracias Jesús por salvar el alma mía
por darme luz, esperanza y alegría
por llenar el vacío que a mi alma afligía
por darme vida cuando perdida, perecía.
Hoy eres tú la razón de mi existencia
eres el faro que me guía en la tormenta
eres la roca que me cubre y me da fuerza
eres mi gloria y quien levanta mi cabeza.